El sol que brilla para nosotros –no hay un símbolo tan brasileño cuanto el sol: el color que ilumina nuestras fiestas, el calor que hace nuestro pueblo tan acogedor y, ¿por qué no la energía que ilumina nuestras casas?
El país tiene un gran potencial para generar electricidad a partir del sol. Sólo para hacerse una idea, la radiación solar en la región más soleada de Alemania,por ejemplo, que es uno de los líderes en el uso de la energía fotovoltaica (FV), es 40% inferior que en la región menos soleada de Brasil. Según el Atlas Brasileño de Energía Solar, diariamente incide entre 4.500 Wh/m2 a 6.300 Wh/m2 en el país.
A pesar de esas condiciones favorables, todavía poco se considera el uso de energía solar para la generación eléctrica como una opción para alimentar nuestras industrias, casas y edificios. Como el país ya posee una de las matrices energéticas más limpias del mundo, la mejor forma de integración de la energía solar FV sería como fuente complementar, acercando la generación del consumo y así reduciendo las pérdidas con la transmisión.
La publicación de la Resolución Normativa 482 en abril de 2012, por la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL), amplió esas posibilidades, pues redujo las barreras para la conexión de sistemas fotovoltaicos a la red de distribución. Conozca más sobre el tema en nuestra Guía de Microgeneradores Fotovoltaicos, haciendo clic aquí.
Si en las ciudades hay grandes áreas sobre las edificaciones para la instalación de paneles fotovoltaicos, en el medio rural, esa fuente energética es una opción más limpia y segura para llevar electricidad a comunidades aisladas y de difícil acceso.
Además de eso, Brasil posee una de las mayores reservas de silicio del mundo. Eso hace del país un lugar privilegiado para desarrollar una industria local de producción de células solares, generando puestos de trabajo y recaudación de impuestos pagos. Para eso, sería necesario invertir en investigaciones para desarrollar un conocimiento de purificación del silicio hasta el llamado “grado solar”, que es superior al del silicio utilizado en la siderurgia.
Ilustración: Carol Rivello
Atlas Brasileño de Energía Solar
El Atlas Brasileño de Energía Solar, publicado en 2006, trae un análisis de la disponibilidad de energía solar en el territorio brasileño, utilizando un modelo de transferencia radiactiva alimentado por datos climatológicos y diez años de informaciones extraídas de imágenes de satélite geoestacionario, validado por datos colectados en estaciones de superficie.
El mapeo del potencial energético solar presentado en este documento fue uno de los productos generados por el Proyecto SWERA (Solar and Wind Energy Resource Assessment), financiado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y cofinanciado por el Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF). El proyecto fue iniciado en 2001, bajo la coordinación de la División de Clima y Medio Ambiente, del Centro de Previsión de Tiempo y Estudios Climáticos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (DMA/CPTEC/INPE), y los productos destinados a la energía solar utilizados en Brasil fueron desarrollados en colaboración con el Laboratorio de Energía Solar de la Universidad Federal de Santa Catarina (LABSOLAR /UFSC).
La base de datos organizada es compatible con sistemas de información geográfica (SIG) y, por tanto, puede ser usada fácilmente en estudios de viabilidad económica para desarrollar proyectos. Para descargarlos, haga clic en http://sonda.ccst.inpe.br/publicacoes/atlas_solar.html
Se pueden encontrar otros estudios del proyecto SWERA en el sitio SONDA – Sistema de Organización Nacional de Datos Ambientales.
Fuente: Atlas Brasileiro de Energia Solar. São José dos Campos: INPE, 2006.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!