Conozca la historia del vecino de Videira, ciudad del interior de Santa Catarina-Brasil, que instaló un sistema FV en el techo de su casa, bajó a casi cero su cuenta de luz y ya no le preocupan los aumentos de las tarifas de energía.
Crédito: Marcelo Colle
Los aumentos en la cuenta de luz que han asustado a muchos brasileños ya no preocupan al contador Marcelo Colle, de 43 años. Desde noviembre de 2013, Colle produce su propia electricidad mediante un sistema fotovoltaico (FV) instalado en el techo de su casa, en Videira (SC). Con generación mensual promedio de 200 kWh, ha estado ahorrando cerca de R$ 140,00 al mes, lo que le propicia una economía anual de R$1.680,00.
En su momento, decidió invertir unos R$ 18.000,00 por razones ambientales. “Pero hoy yo incluiría el factor de retorno de la inversión financiera. La posibilidad de conectar el microgenerador a la red de distribución de energía fue fundamental para mejorar la viabilidad económica de la inversión”, resalta. La red funciona como una “batería” para almacenar la energía que no se consume cuando se genera.
Debido al Sistema de Compensación de Energía, que implementó la Resolución Normativa 482/2012 de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL), la energía excedente que produce el microgenerador de Marcelo se inyecta en la red eléctrica y él recibe de su distribuidora una compensación, en kWh, por esa energía. O sea, a cada mes Marcelo sólo abona la diferencia entre la energía de la red pública que haya consumido y lo que generó e inyectó en la red. Como su microgenerador le provee prácticamente toda la energía que necesita, Marcelo paga sólo el costo de disponibilidad.
Ejemplo para sus vecinos
Marcelo no oculta su satisfacción por la decisión de instalar un microgenerador solar. “Estoy seguro de que ha sido una buena inversión, pues sé que estoy ahorrando y haciendo lo que puedo de cara a la energía limpia y sostenible de nuestro país”, afirma.
Además, su instalación sirvió como ejemplo para amigos y vecinos. “A muchos amigos les gustó, algunos ya se adhirieron y están generando su propia energía. Yo sigo recomendándolo”, señala. Según Marcelo, pionero en la instalación de un sistema en su municipalidad, cada nuevo sistema que se instala despierta el interés de más personas por esa tecnología.
Como él, hoy ya son más de 1.600 los consumidores brasileños que producen su propia energía con base en la generación fotovoltaica.
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